Las contradicciones de El Fanta

Desde que fue detenido por primera vez en 1985, “el Fanta” ha sido interrogado por varios jueces. Además, ha dado algunas entrevistas de prensa. Sus palabras evidencian una inteligencia fría y analítica: durante años su estrategia ha sido mostrarse como víctima. Así, Estay Reyno ha intentado minimizar su colaboración con el Comando Conjunto, el servicio de seguridad que lo detuvo en 1975 y que operó hasta 1977. Tampoco ha dudado en mentir, como cuando en 1985 negaba toda participación en el triple degollamiento de Parada, Guerrero y Nattino. En ese crimen, “el Fanta” participó directamente, como miembro del equipo ejecutor de la Dicomcar de Carabineros.

De familia comunista (1952-1973)

“Yo venía de una familia de izquierda. Mi mamá era militante, mi papá era un simpatizante cercano al PC en el Hospital Psiquiátrico, que también era un lugar de gran actividad de izquierda; mi hermana se había vinculado previamente, antes que yo, siendo menor. Ella estudiaba en la Facultad de Música ballet, y se había vinculado a la izquierda. Entonces, había todo un entorno y creo que fue un acercamiento [con el PC] bastante natural”.

(Entrevista para libro La noche de los corvos, 2013)

“Después de estar en la enseñanza media, soy destinado a la misma actividad a la Dirección Regional [del PC]. Estoy unos meses en la Dirección Regional y soy llamado en algún momento del año 1971 para ir a un curso en la Unión Soviética. Primero se plantea así, un curso en la Unión Soviética. No tenía sospecha de lo que se trataba y eso queda evidenciado en una reunión que hay pocos días antes de partir; se nos pide resguardar lo que vamos a realizar. En esa ocasión se nos dice que vamos a un curso de inteligencia y se nos explica que el objetivo de nuestra misión es formar un nuevo organismo de seguridad del Estado a nuestra vuelta, o el embrión de ese organismo”.

(Entrevista para libro La noche de los corvos, 2013)

Sobre su viaje a la Unión Soviética, en 1971: “Era el más joven. Tenía 19 años. Esos conocimientos que yo tenía en inteligencia también crearon un grado de sintonía con mis aprehensores. Indudablemente ellos lo valoraron”.

(Revista Qué Pasa, 23 de septiembre de 2011)

“Llego a fines del año 1971 a Chile, en la época que está Fidel (Castro) de visita y soy inmediatamente puesto a trabajar en la tarea para la que me han preparado. Se entregan los recursos y eso significa, en mi caso personal, mi responsabilidad de crear un departamento de trabajo secreto que tenía como eje la selección, reclutamiento, entrenamiento e infiltración de gente en los grupos políticos”.

(Entrevista para libro La noche de los corvos, 2013)

“[Luego del golpe] Mi papá se fue a casas de personas amigas, estuvo en la casa de unas hermanas, hasta que finalmente él se asila en octubre de 1973 […] [Lo que ocurrió con su familia luego del golpe] Es un desastre. No hay otro término para definirlo. La verdad es que es espantoso porque tuvimos una cantidad de problemas familiares”.

(Entrevista para libro La noche de los corvos, 2013)

Detención y traición (diciembre 1975-marzo o abril 1976)

“La detención mía se produce de la única manera que yo no habría esperado que se produjera, porque las medidas de seguridad uno las toma hacia abajo y en el caso mío llegaron por René [Basoa], que era mi jefe”.

(Entrevista para libro La noche de los corvos, 2013)

“Hablo con la Paty Lagunas, le digo en la condición en la que estoy [detenido] y que le transmita un recado a mi hermano y mis compañeros de que no se junten conmigo […] Lo extraño es que mi hermano concurre a un punto conmigo, eso para mí es lo que verdaderamente me descoloca, porque yo confiaba en que no llegara él”.

(Entrevista para libro La noche de los corvos, 2013)

“Cuando me vi amenazado y a mi hermano menor preso, sentí miedo y prácticamente empecé a ponerme al servicio de la policía secreta de ese entonces, que me imagino era la DINA, pero no tengo claro cómo se denominaba”.

(Declaración ante el ministro José Cánovas, 14 de enero de 1986).

“En el momento en que conozco de la detención de mi hermano y presumo la de mi cuñada yo ofrezco, a cambio de la libertad de ellos, confeccionar un currículum de mi actividad en la Juventud y en el aparato de inteligencia, en el que proporciono todos los antecedentes que conozco sobre los militantes comunistas que he conocido y que en ese momento recuerdo”.

(Declaración ante juez Carlos Cerda, 9 de septiembre de 1985).

“Fui interrogado con diversos métodos, pero no relaciono eso con mi posterior colaboración”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Estuve cuatro meses [detenido], nunca supe en qué lugar. Salí libre. Después de eso mi nombre apareció en la lista negra de Radio Moscú, como alguien que había colaborado con los servicios de seguridad.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Yo estaba en una situación muy difícil. Estaba mal con Dios y con el diablo”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“El año 1978 va a la casa de mi padre en México, Volodia (Teitelboim). Le dice que si tiene la posibilidad de contactarse conmigo, se me envíe una oferta que yo vuelva a trabajar con el partido. Esa oferta es transmitida por mi hermana Patricia; ella estaba en muy malas condiciones, desde algunos años antes estaba sufriendo una anorexia nerviosa y llega prácticamente en los huesos a Chile, llega a hospitalizarse acá, pero me trae el recado. A ese recado contesto, todavía, positivamente, pero no se produce el contacto. Con eso me doy cuenta que se ha cortado definitivamente el cordón con el Partido Comunista”.

(Entrevista para libro La noche de los corvos, 2013)

“La traición es algo bastante relativo. Uno puede traicionar sus principios, pero si se toma una decisión libre no se es un traidor. En Chile se ha ocultado lo que fue el PC para nuestra historia reciente, especialmente su actividad militar. El camino histórico no va por ese lado”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Mi compromiso partidario era de tal magnitud que no tenía alternativa, me sentí obligado en conciencia a trabajar contra aquello que yo mismo había colaborado a desarrollar”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Fui detenido a fines de 1975, cuando se había acabado el Comité Pro Paz y todavía no se creaba la Vicaría de la Solidaridad. Fue una época en que no había una defensa para las personas que eran detenidas y en las que se rechazaban los recursos de amparo. Estuve cuatro meses preso ¿Qué se podía hacer?”

(Revista Qué Pasa, 23 de septiembre de 2011)

Relación con El “Wally” (1976-1984)

“Posteriormente fui dejado en libertad y esporádicamente tuve contacto con una persona de la FACH a quien en un principio conocí como el señor Fuentes y posteriormente como el comandante Fuentes [Roberto Fuentes Morrison, el ‘Wally’], a quien exponía mi visión del acontecer nacional. Nunca participé activamente con ningún organismo de inteligencia, ni siquiera con el de la FACH, que he mencionado”.

(Declaración ante el fiscal militar Enrique Olivares, 3 de septiembre de 1985)

“Yo diría que me vinculé especialmente con Roberto [Fuentes Morrison]. Él, cuando aparece, hace uso de este estado de orfandad mía, política, y lo que ofrece es algo que está en el ámbito de lo que yo había estado realizando, pero que no tenía un nivel de compromiso demasiado elevado”.

(Entrevista para libro La noche de los corvos, 2013)

“[La traición] Fue una situación de años. Es algo que se da en las relaciones humanas. No toda la gente que militaba conmigo en el partido ni toda la gente que me detuvo y con la que después trabajé eran buenos o eran malos: hay gente valiosa y gente menos valiosa en todos lados”.

(Revista Qué Pasa, 23 de septiembre de 2011)

“Yo seguí prestando colaboración por temor a que mi negativa significara un nuevo arresto o, incluso, mi propia eliminación. Yo no tengo en claro, en esa época, que lo que yo estoy haciendo implica la desaparición o muerte de personas”.

(Declaración ante juez Carlos Cerda, 9 de septiembre de 1985).

“Una vez que obtengo mi libertad y tal como lo señalé, yo inicio una colaboración con el señor Fuentes [Roberto Fuentes Morrison, alias “Wally”] e intuyo que éI forma parte de un grupo de gente de las fuerzas armadas, teniendo en claro que se dedican a reprimir al Partido Comunista”.

(Declaración ante juez Carlos Cerda, 9 de septiembre de 1985).

“Yo no tuve participación activa en el Comando Conjunto. Eso quedó expresado en el proceso que llevó el ministro Carlos Cerda”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Hasta 1977 me encuentro con Fuentes [Roberto Fuentes Morrison, el “Wally”] más o menos cada dos meses, utilizando el sistema de punto fijo, consistente en que nos encontramos en un lugar, previamente acordado por teléfono; recuerdo el hotel Emperador y fuentes de soda o restaurantes ubicados en sus cercanías”.

(Declaración ante juez Carlos Cerda, 9 de septiembre de 1985)

“Mi paso por el Comando Conjunto es en calidad de víctima, porque fui elegido sin poder apelar ni hacer nada”.

(Revista Qué Pasa, 23 de septiembre de 2011)

Sobre su participación en la detención del dirigente comunista Manuel Guerrero a manos del Comando Conjunto en 1976: “No es verdad. Y el hecho de que yo ahora esté confesando mi participación en hechos de mucha mayor gravedad lo demuestra. ¿Por qué admitir lo más grave y mentir respecto de lo menos grave?.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Es posible que la desaparición de dirigentes del Partido Comunista a fines de I976 y comienzos de 1977 se haya facilitado por mi trabajo delator. Pero no es plenamente descartable el que ese mismo resultado se hubiera dado sin mi personal colaboración. Me pregunto, al respecto, si no existiría algún espía de las fuerzas armadas en la cúpula del Partido”.

(Declaración ante juez Carlos Cerda, 9 de septiembre de 1985).

Llegada a la Dicomcar (1984-1985)

“Declaro enfáticamente que jamás he cumplido funciones de ningún tipo en Dicomcar ni particularmente en su Departamento de Análisis”.

(Declaración ante el fiscal militar Enrique Olivares, 3 de septiembre de 1985)

“A comienzos del 83, 84, aparece una vez más Roberto Fuentes [el ‘Wally’], con quien me seguía vinculando y me dice que se está produciendo todo el crecimiento del Frente Patriótico Manuel Rodríguez […] Me dice, sabes qué… necesitan… los pacos que son tan despelotados, los tienen patas p´arriba, les están matando gente a cada rato, etc. ¿Por qué no les echai una ayudita para ordenar”.

(Entrevista para libro La noche de los corvos, 2013)

“Se me plantea que mi colaboración puede ser más útil con Carabineros. Acepté. Hice análisis de inteligencia. Organicé un kárdex operativo, manejé mucha información sobre subversión. Y supimos muchas cosas que se han ocultado”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Me doy cuenta que Dicomcar es un desastre. Es un desastre porque Dicomcar durante mucho tiempo había sido un refugio de los flojos de Carabineros. No tenían nada”.

(Entrevista para libro La noche de los corvos, 2013)

La detención de Guerrero, Parada y Nattino (28-29 marzo 1985)

“Yo no participé en ningún operativo concreto ni en la muerte de aquellos que conciernen a la investigación del señor Cánovas [primer ministro en visita por el triple degollamiento] […] Mi último contacto con Fuentes [Morrison] tuvo lugar antes del asesinato de Guerrero, Parada y Nattino, de cuya data me impuse a través de la publicidad”.

(Declaración ante juez Carlos Cerda, 9 de septiembre de 1985).

“Estimo que no tengo ninguna relación con la muerte de Parada y de Guerrero y pensando en los hechores mismos, la verdad que lo único claro que tengo es que fue un gran horror”.

(Declaración ante el ministro José Cánovas, 14 de enero de 1986).

“Nunca existió la intención de crear terror. Se trascendieron ahí los márgenes de lo que reglamentariamente y humanamente podíamos realizar. Pero la intención terrorista está ajena”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Yo tengo ahora super claro que esto es una orden que viene de la superioridad. No veo a [mayor de Carabineros Guillermo] González Betancourt y de ahí para abajo siendo capaces de diseñar algo como lo que termina ocurriendo”.

(Entrevista para libro La noche de los corvos, 2013)

“José Manuel Parada era miembro del comité central del partido [Comunista]. Era uno de los representantes del PC en el MDP. Había sido incorporado al Comité Pro Paz como parte de una cuota política que el PC tenía asignada en esa organización. Pasa a la Vicaría de la Solidaridad y está a cargo de un departamento donde se centraliza toda la información acerca de los servicios de seguridad, que llegaba de los detenidos y familiares. Esa información se convierte a través suyo en información de inteligencia partidaria, que les permite ir clarificando algunos blancos. Su trabajo iba teniendo frutos. Fuimos sintiendo una presión cada vez mayor sobre los servicios de seguridad”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Manuel Guerrero era miembro del comité central del PC. Había regresado de la URSS con una cirugía de rostro, según nuestra información. Recibió el cargo de la AGECH dentro de un cuoteo político, que tenía como objeto defender su condición de dirigente comunista, como un escudo. El Colegio Latinoamericano de Integración era un recurso financiero del partido, como lo fue el sello Alerce y la Automotora Alfa Autos, empresas creadas con fondos del PC y que les dan beneficios económicos y de cobertura”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Santiago Nattino era un antiguo militante clandestino del PC, miembro del aparato de inteligencia del partido. Era el jefe del departamento de documentación. Era publicista y dibujante miniaturista. Su casa estuvo siendo vigilada y se evidenció que tenía un gran manejo de métodos de chequeo y de impedir seguimientos”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

El triple asesinato (30 marzo 1985)

“Cuando se detiene a Guerrero en la puerta del colegio [Latinoamericano de Integración], Leopoldo Muñoz de la Parra, que según nuestra información era el encargado de seguridad de Guerrero, salta y le pega una patada de karate a uno de los funcionarios, y lo tira al suelo. Como respuesta, recibe un balazo. Y lo que debió haber sido una detención limpia fue deteriorada por el hecho de haber una persona que no sabíamos si estaba muerta o herida”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Cuando llega la gente que estuvo directamente involucrada [en la detención de Guerrero y Parada] al cuartel, hay una primera versión que se mató a ese profesor, se le disparó a alguien y está muerto. Además, creo que le pegaron un balazo con una pistola de 45, es raro que pueda sobrevivir con una 45. Parten [el capitán Patricio] Zamora y [el entonces mayor Guillermo] González a Juan Antonio Ríos 6, a una reunión que no sé si será con [el coronel Luis] Fontaine o más gente. En esas idas y vueltas, antes del mediodía o cerca del mediodía, ya vienen con la orden clara de eliminar a los tres”.

(Entrevista, libro La noche de los corvos, 2013)

“[Nos dijeron] Que frente a la metida de pata había que cubrir la situación. Obedeció a un análisis erróneo y torpe. Me imagino que nunca se previó la importancia que todo esto tendría, desde el punto de vista institucional, humano y político. Para una persona que llevaba años de trabajo en el área era fácilmente entendible. Pero en realidad fue una situación suicida desde el punto de vista de nuestro trabajo”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Hay una decisión que nosotros estimamos equivocada, sobre qué hacer con ellos… Es la decisión que se toma a un nivel superior al nuestro (el coronel de Carabineros Luis Fontaine)”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Nosotros hicimos presente la discrepancia que teníamos con el procedimiento. No sólo con el modo; también con la decisión que se tomó”. (El Mercurio, 24 de enero de 1993)
Sobre por qué él se suma al grupo de eliminación: “En esto [el mayor Guillermo González] hace una conjunción bien extraña, porque mete a [el cabo Claudio] Salazar Fuentes, su chofer, porque de esa manera crea una forma de compromiso y me mete a mí por lo mismo, creo”.

(Entrevista en libro La noche de los corvos, 2013)

“Una de las cosas que evidencia que la Dicomcar actuaba dentro del marco estrictamente institucional es el hecho de que no se manejaba ningún tipo de armamento especial que permitiera hacer una ejecución en condiciones de silencio. Es una utilización de medios fruto de la improvisación. [El corvo atacameño] Era el único elemento con el que se podía hacer”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Hay una situación muy inconfortable, muy molesta, cuando se dice a estas personas que las vamos a matar. Hay una mezcla de sentimientos de todo tipo. Algunas de estas cosas son expresadas a González [Betancourt], no en términos emocionales, pero le digo ‘este es un tremendo error’. Además, se nos dice la forma en que se los va a eliminar. Yo tenía un corvo atacameño que me habían regalado y estaba colgado en mi oficina donde nosotros trabajábamos y [González Betancourt] dice ‘eso es lo que vamos a ocupar’. Yo le digo ‘tengo claro cuál va a ser el resultado de esta operación’. Le digo que es un error. Además, le digo que hacerlo de esa manera nos vamos a hacer cargo del primer acto de horrorismo. Él me dice que hay una orden y que nosotros la vamos a cumplir”.

(Entrevista en libro La noche de los corvos, 2013)

“Más tarde el coronel Fontaine hizo una reunión con el personal y dijo: ‘Cualquier problema yo respondo’”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

Consultado si se sintió horrorizado luego de cometido el crimen: “Ese es un aspecto humano, subjetivo, que posiblemente no sería creíble. Pero creo que usted se puede imaginar lo que puede sentir cualquier persona en una situación de este tipo”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

Cárcel y reflexiones sobre el perdón (1992-2014)

“Yo he pensado mucho en el problema de la verdad y la reconciliación. Mi verdad es la que ha estado detrás de los hechos, la que se intenta negar, que se refiere a todos los asesinatos de funcionarios de las Fuerzas Armadas y de Orden y, especialmente, al marco histórico que llevó a que todos estos hechos sucedieran”.

(El Mercurio, 24 de enero de 1993)

“Yo soy lo que soy, llevo mi mochila con todas las piedras que debo llevar”.

(Revista Qué Pasa, 23 de septiembre de 2011)

Sobre si siente culpa: “Sí. Pero también unas enormes ganas de superar esto. Llevo 19 años de presidio y necesariamente ha existido un proceso de expiación. Durante el siglo XX no hubo personas presas tanto tiempo por delitos de estas características. Tengo responsabilidad en los hechos, por los que he pagado y me he arrepentido profundamente”.

(Revista Qué Pasa, 23 de septiembre de 2011)

“Yo no tengo ningún problema en pedir perdón, pero en esto también hay mucho de utilización política”.

(Revista Qué Pasa, 23 de septiembre de 2011)

“Mi vida es un desastre. De alguna manera uno logra pequeñas justificaciones diarias, pero estando 21 años preso… Yo estos 40 años me los he vivido de la peor manera posible”.

(Entrevista en libro La noche de los corvos, 2013).

“Si hubiera tenido una opción de vida, no habría participado en política. Así de sencillo. Porque, además, los hechos a lo largo del tiempo cambiaron y han demostrado que no valía la pena pelear”.

(Revista Qué Pasa, 23 de septiembre de 2011)

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